Por Eduard Portella (eportella@antares-consulting.com)
Con el inicio del ciclo de la crisis económica y la aplicación de las primeras medidas de contención del coste sanitario, a menudo escuchamos el mensaje de que la crisis debería utilizarse para el abordaje de medidas estructurales, para repensar el sistema sanitario y para adecuar los modelos asistenciales a las nuevas realidades epidemiológicas, las expectativas de los pacientes, los valores de la sociedad, la contribución de las nuevas tecnologías, etc. Visto así, muchas veces nos decían: “la crisis es una oportunidad que no debemos desaprovechar”
Hace unos días, el Dr. Manuel de Castillo, Director General del Hospital Sant Joan de Déu y Secretario General de la Patronal del Consorci de Salut i Social de Catalunya, hizo una presentación sobre el impacto de las medidas adoptadas entre 2010 y 2013 en los hospitales de interés público y de gestión indirecta de Catalunya. Por el período analizado, los datos son reveladores…
En el período 2010-2013, las tarifas han disminuido en un 9,5%, y el volumen de actividad contratado ha sido un 8,9% menos. En total, un impacto del 17,8% en los ingresos de estos hospitales. Por otra parte, en los costes, estos han aumentado un 10,4% (básicamente el IPC, seguridad social y el impacto del IVA). El impacto conjunto de ambos conceptos (ingresos y costes) supone un ajuste real del 28,2% en 4 años. Nada despreciable…
En este mismo período, 2.640 profesionales han salido del sistema, se ha aumentado la jornada laboral en un 3% y la pérdida real del poder adquisitivo de los colaboradores se sitúa alrededor del 20%, variando ligeramente según las categorías profesionales.
Todo este análisis se ha efectuado con los datos de un informe interno (1) elaborado por los servicios técnicos de las dos organizaciones empresariales (el Consorci de Salut i Social de Catalunya –CSC- y la Unió Catalana d’Hospitals –UCH-), y cuyos datos están basados en información proporcionada por todos los centros del sistema público (salvo los gestionados directamente por el ICS), y por la Central de Resultats.
A mi modo de ver, lo más llamativo es la última página de este informe: en esta se presenta el impacto en la productividad. En los tres años (2010-2012 -para esta información los datos del año 2013 todavía no están disponibles-) se observa cómo la productividad por persona, equivalente a tiempo completo (ETC), tan sólo se ha incrementado en un 2,15%; y –obviamente- ha bajado el margen por unidad de producción.
Hacemos un poco menos de lo mismo y un poco más barato… ¿Se perdió la oportunidad?
Lectura recomendada:
(1) CSC, UCH. Els RRHH en el sector salut. 7 anys després de l’inici de la crisi económica [Informe interno]. Barcelona; 2014